ella...

Otra vez ella...
Trató de ser perfecta, pero llegó un momento y dejó de intentarlo.
Siendo imperfecta es más feliz. Mucho más.
Ahora corre, ahora ríe, ahora grita. Ahora vive. ¡Ahora!
Ahora siente mucho más el frío, el calor. Ahora siente mariposas en el estómago cuando siente la presencia de él. Canta con el viento, abraza las nubes, toca el cielo. Por que quiere, por que puede soñar. Por que tiene imaginación suficiente. Por que es niña aún (y por siempre).
Pero como niña, es tímida, siempre lo fue. Siempre lo será. Desde que se escondía atrás de su madre... y ahora, también se esconde (pero dentro de sí misma). Sólo tienen que observar lo que hay dentro de sus ojos, un inmenso corazón; sólo intenta, mírala. Él lo hace (o al menos lo intenta), por que sabe, que esa aparente señorita fuerte y compuesta, no es más que una niña temblorosa por dentro...